jueves, 25 de febrero de 2016



¡DIOS NO JUEGA A LOS DADOS!, PERO SÍ PODEMOS SER PARTE 



Muchas veces, pensamos que el universo se empeña en hacernos todo más difícil, donde las decisiones y caminos que tomamos nos hacen solo dar vueltas en círculo. Un ejemplo de ello es cuando estudiamos una carrera sin saber lo que realmente nos gusta ¿Quién puede saber a los 18 años, su vocación real?, yo creo que muy pocos, y otros aciertan de suerte.

La sociedad nos impone "ser alguien", nuestros padres "ser más que ellos" y nosotros nos centramos en cumplir, olvidando nuestros sueños y aspiraciones, aquellas que nos hacían vibrar de niños. Lo anterior genera una bola de nieve que solo nos lleva a confusión y en ocasiones a malas decisiones.

No obstante,  muchos han tomado el toro por las astas, y se han atrevido a desarrollar actividades nuevas, pequeñas empresas, llevando a cabo sueños, tirándose a la piscina  y ocupando como herramientas sus carreras de pregrado y postgrado. 

Puedo decir que mi generación aquellos nacidos en los 80, buscamos crear y buscar la felicidad a nuestra manera, lejos de los formal como era estudiar, trabajar de por vida en una empresa y jubilar. 

Hoy los adultos jóvenes, sabemos que la vida no es solo trabajar, sino que disfrutar y observar lo bello que generalmente está en lo simple, por esa razón muchos viajan o viven experiencias tan inexplicables como tirarse desde de un paracaídas. En el fondo saben que la vida es eso "momentos", "selfies" que al finalizar esta existencia podremos mostrar en un libro.

Siento que "Dios no juega a los dados", y existe un propósito respecto a nuestra existencia, pero la vida también es decisión de nuestra parte y la felicidad es una opción y creo que hoy varios tenemos la necesidad de "vivir".







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