ENTRENAMIENTO MATERNAL

Siempre dicen "las niñitas son del papá", bueno creo que está frase no es tan así, ya que como mujeres sufrimos un fuerte entrenamiento maternal. Somos el espejo de nuestras mamás y por más que en ocasiones no queremos parecernos a ellas lo terminamos haciendo. 

Aprendemos a ver el mundo por medio de ellas, y también internalizamos sus trancas e inseguridades, como el odio a los hombres, la desconfianza, baja autestima, etc, lo que lleva a que acumulemos odios, temores y desconfianzas hacia el mundo.

Muchas mujeres viven por sus madres, por concretar sus sueños, por cuidarlas hasta que mueran. Aunque es una opción y muchas personas lo hacen, lo que es respetable, detrás de esa decisión existe una renuncia personal a definir sueños, y no  hablo solo de casarse o tener hijos, sino que vivir como ser único y libre. No le debemos nada a nadie y esa culpa que nos inyectan a lo largo de la vida es solo un placebo

Cuantas de nosotras no escuchó las siguientes frases "estudia, sé profesional, así no dependerás de ningún hombre", o "cuídate, no te acuestes con cualquiera, ya que si lo haces nadie te tomará en serio" .

Si analizamos todo lo antes mencionado, podremos ver que muchas mujeres van por la vida de víctimas, donde sus errores se deben a que los "otros", eran los malos, y que pasa con sus propios actos?, que quedó embarazada por obra del espíritu santo o que le obligaron a basar su salud mental en medicamentos para dormir. Y terminan diciendo "yo aguante esta horrible vida por tí o tus hermanos", si puede ser cierto, pero la verdad es otra solo fue egoísmo y falta de valor. Casa, auto y vida cómoda a cambio de esposo infiel y abusador.

Con todo lo antes mencionado no quiero decir que todas las madres sean así, pero un alto porcentaje si lo es. Y humildemente a modo de consejo, la clave es velar solo por ser felices nosotras, si nos equivocados "mala suerte", pero los errores  ellas no nos corresponden y debemos mirar por nuestro propio espejo, generado por nuestro trabajo diario de amor propio.

No significa que seamos egoístas, sino justas con nuestro fin en esta tierra.